Sindrome postvacacional

6 Consejos para combatir el síndrome postvacacional

 

6 Formas de combatir el síndrome postvacacional

Para empezar ¿Qué es? el estrés postvacacional es un trastorno adaptativo que sufre el 40% de las personas al pasar de una situación de mucha libertad horaria y sin ninguna presión de resultados a la nueva situación laboral en la que se sienten encorsetadas en las obligaciones, horarios y resultados, entre otras cosas.

¿Las señales? Sueño, falta de concentración, crisis existencial sobre tu vida laboral, tristeza, ansiedad…pensamientos negativos sobre la vida y las obligaciones que nos acechan.

Te dejo aquí unos consejos para una vuelta slow:

1 Vuelve gradualmente.No intentes rendir al máximo el primer día ni te dejes llevar por la vorágine. Somos muy de blancos y negros. Acabamos las vacaciones y de golpe y porrazo nos metemos en una especie de túnel en el que no hay fines de semana, días de fiesta o tardes libres. No seas tan radical. La vida se basa en mantener el equilibrio, hay espacios para el trabajo y también los hay para la diversión. Recuerda que tu vida se compone de la suma de los días, así que cada uno de los días cuenta, TODOS. Deja de lado el victimismo, el «tengo que» y ponte a trabajar cuando toca trabajar y a disfrutar cuando también toca! Es clave mantener tus espacios de diversión.

2 Aprovecha la distancia tomada durante las vacaciones para replantear tu vida laboral. Piensa qué puedes mejorar (horarios, organización..) no empieces el modo automático y sigas haciendo las cosas de la misma forma. Seguro que te has dado cuenta de los ladrones de tiempo, gestos que pueden mejorar tu productividad o una actitud que puedes mantener en tu mirada al trabajo. Lo bueno de parar y tomar distancia es que puedes darte cuenta de cosas. No tengas miedo, no te paralices. Prueba y error. Pero no dejes de probar. Si sigues haciendo todo igual, todo seguirá igual.

3 Lista las actividades que te hacen sentir bien. Crea nuevas rutinas que incluyan estas actividades (físicas o mentales). Todas las acciones que hagas, si son positivas, incluso te alegrarás de que las vacaciones hayan terminado! ¿no te ha pasado alguna vez que en vacaciones te cansas aun más o que echas de menos tus actividades favoritas del año?.

4 Recuerda el lado positivo de las cosas. Como te decía, solemos ser un poco dramáticas y dirigir la mirada únicamente a lo que tenemos que hacer, las obligaciones o lo cansadas que estamos. Es un tópico pero es real: alégrate de tener un trabajo, una salud para hacerlo. De ser libre en decidir invertir en formación e incluso dejar el trabajo. Todo depende de ti. Incluso sin trabajo, seguro que hay algo positivo detrás de todo. Solo hay que aprender a vivir poniendo el foco en este lado de la balanza.

5 Permítete estar mal.  Me da un poco de rabia ver que sólo puedes estar contenta, tener una vida fascinante y contar tus mega-vacaciones. Alegrarte por ver a los compañeros de la ofi y mil cosas mal. Pues no es así. Si no te sientes bien, permítetelo. Esto tiene que ver con el punto n.1, la vuelta gradual. Al igual que las personas despertamos de formas distintas (unos mega activos, otros no despiertan hasta mediodía), la reincorporación al trabajo también puede ser así. Lo más importante como siempre te digo es conocerte, reconocerlo y aceptarte. Permítete estar mal y toma medidas para solucionarlo.

6 Ponte pequeños retos. No hace falta apuntarse al gimnasio o pretender hacer una maratón. Identifica un hábito saludable (por ejemplo, ir andando al trabajo), un contexto adecuado donde desarrollarlo (mi camino a la oficina) y felicítate por ello.⁠ Estos retos también pueden ser mentales: hoy no me voy a enfadar o hoy voy a ver a mi jefe con una mirada positiva.

7 Plantea algún proyecto vital que te ilusione. No hay nada más ilusionante que tener un reto o un proyecto entre manos. No sólo disfrutas cuando lo estás haciendo, el disfrute y la emoción empieza ya en la preparación. Tener ilusiones más allá del trabajo te ayuda a mantener la balanza hacia el lado positivo y de disfrute. Y recuerda, el trabajo, te permite poder tener ilusiones…

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