Muchas mujeres desean practicar yoga desde casa, en los momentos en los que pueden “esconderse” y escaparse de todo. Cuando ya has encontrado el hueco para ello, ¿por dónde empiezo? ¿Hay algún plan, evolución? ¿Lo estaré haciendo bien? Esto mismo me pasó a mí.
Si bien las propuestas de vídeos y canales on-line son infinitas, no es tan fácil encontrar la forma de empezar y decidir cuál es la opción que más te conviene. Es más, cuando una entra en el mar de búsquedas de internet, se encuentra como una hormiguita en medio del océano.
y…cuando ya me he decido por una opción, ¿qué pasa? Me encuentro con secuencias imposibles…. profes con la flexibilidad de un chicle, posturas y un cuerpo envidiables…esto no es para mí pienso!
Salto de un vídeo a otro sin ningún tipo de planificación. Además no sé si lo estoy haciendo bien, qué debo sentir, qué no debo sentir…No siempre dispongo de una hora para practicar, entonces ¿por dónde empiezo? ¿cuál es la clase ideal para practicar hoy? ¿y si sólo tengo 10 minutos?, pues no hago nada y sigo en mi camita! ¿Te suena?
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