
Rutina para: Tener más paciencia
«La paciencia no es la capacidad de esperar, es el modo en que nos comportamos mientras esperamos»
Una de las virtudes más importantes para mejorar la calidad de vida emocional es la paciencia. La capacidad de aprender a esperar es muy necesaria y por el contrario muy poco usada en estos tiempos. Esta espera a la que tenemos que hacer frente en muchos momentos de nuestra vida es muy saludable: aprendes a tolerar emociones como la frustración, desarrollas la capacidad de adaptación y de encontrar soluciones alternativas. En el proceso, mejoras tu inteligencia emocional al aprender a diferenciar entre aquello por lo que merece la pena esperar y aquello que no es tan importante y, después de todo, te conoces mejor y puedes extrapolar estas capacidades adquiridas en todos los ámbitos de tu vida.
En el proceso de creación de rutinas personalizadas del Método ActivayPositiva seguimos siempre las mismas fases:
1 ✔️ Definición del objetivo. Para trabajar la paciencia y sentirte en paz contigo misma es importante no ofuscarte y obsesionarte en un sólo objetivo. En el caso de las personas impacientes, sugiero que busques varios objetivos e ilusiones en distintos ámbitos de tu vida. Esta variedad te ayudará a dispersar los momentos en que uno de ellos se atasque. Además de ser variados, deben tener también distintos plazos. ¿por qué? es importante que no todos los objetivos se consigan en un año por ejemplo, sino que haya algunas ilusiones que sean a corto plazo. Por ejemplo, puedes tener este fin de semana un acontecimiento o reto que te haga mucha ilusión. Y, cuando lo consigas, ¡lo celebras!. Quizás tienes otras metas pendientes y de las que esperas un cambio pero mira, esta, la de hoy, ¡ya la tienes! El hecho de ir consiguiendo metas a corto plazo no sólo te ilusionará sino que te reforzará, te dará seguridad y ánimo para seguir adelante.
2.✔️ Listar los obstáculos. Ante la definición de la rutina, nos anticipamos y siempre listamos los obstáculos que, de entrada, ya sabemos que nos van a impedir conseguirla. Una ya se conoce, ya sabe su tendencia y qué excusas su cerebro le va a poner, ¿verdad?. Pues con la paciencia hacemos lo mismo. Lista las cosas que te sacan de quicio, que te generan ansiedad, que necesitas sentir o tener rápidamente…Las ordenas por prioridad y descartas aquellas que no dependen de ti. Y te quedas sólo con las que tú puedes trabajar. Durante el día, te propongo además ir anotando las situaciones que sientes te han provocado el mismo sentimiento de impaciencia. Por la noche, las analizas, y ves si ha sido tan grave o esta sensación con el rato se ha disipado…Anticiparte por un lado y auto-analizarte por otro, te llevará a seguir construyendo este conocimiento y tus tendencias y te ayudará a prevenir cada vez más. Con el tiempo, «quitarás hierro al asunto» en muchos aspectos que antes te inquietaban!
3.✔️ Medidas correctoras. Antes de empezar la rutina, sabemos por los obstáculos y porque no somos Diosas que tendremos momentos de crisis. Entonces pensamos ya en planes para corregir cuando nos encontremos con ello durante el camino. En esta rutina te propongo 2: ¿Cómo reaccionar cuando te enfades con alguien o por una situación? y ¿cómo disfrutar y apreciar lo que sí vamos consiguiendo?. El diálogo, la empatía y la comprensión son claves para lo primero (antes de enfadarte, escucha los motivos) y aceptar los tiempos y celebrar los pequeños hitos del camino, para lo segundo (al igual que el árbol da sus frutos en el momento adecuado, lo mismo para toda la vida).
4. ✔️ Plan de acción. Y llega el momento de decidir qué hábitos integrarás en tu día a día. Yo aquí te propongo 2. Descargar para mí es crucial (actividad física, paseos, bailes). Hacer cada día algo que te evada, te descargue energía, te haga sudar…y Trabajar tu amor interior. Sabes que yo practico yoga a diario. Cuando me siento impaciente, me fuerzo a sostener las posturas más tiempo, quedándome cuando quiero salir de ellas. Entonces reconozco el ansia de salir y me sonrío. Me acepto como cuando miras a un niño con ternura y sigo. Cuando te desesperes porque tu deseo no llega, míralo desde el amor. Acéptalo, sabes que todo lleva su tiempo y sigue. La meditación también es una buena opción.